domingo, 12 de diciembre de 2010


Plaza Mariana… el milagro continúa

A ciento cincuenta años de la promulgación de la Ley sobre Libertad de Cultos –recordada el miércoles cinco en la Cámara de Diputados—las creencias religiosas tienen una fuerte repercusión en la vida pública. Un confuso credo, el de Nazario Moreno, su fundador, está en la base de la creación de La Familia Michoacana, que esta semana ensombreció la vida de ciudades y villorrios de esa entidad al resistir el embate de las Fuerzas Armadas que la persiguen. Otra fe, más clara y vigorosa, la predicada por la Iglesia católica mostró su capacidad de persistir e influir sobre la sociedad en un simbólico acto en la Basílica de Guadalupe, donde según reza la propaganda del cementerio que es parte fundamental de la Plaza Mariana, el milagro continúa.

Otros milagros, aunque no de carácter religioso, se producen también en el Congreso festejante de la reforma de Juárez que, conforme a la noción popular, volvería a morirse si al revivir contemplara el vuelo de las sotanas en animados convivios con magnates y políticos en ascenso. El más notorio de esos milagros al parecer fue obrado por la Secretaría de Hacienda, que con ofertas imposibles de resistir hizo mudar el voto de un número clave de senadores que con su volubilidad impidieron una nueva Ley Federal de Competencia. De esa manera, en un enfrentamiento que va más allá del natural antagonismo entre legisladores de distintas fracciones, una partida entre suspirantes presidenciales, Santiago Creel y Manlio Fabio Beltrones, se resolvió a favor del panista, que con destreza parlamentaria realizó una faena que debe ser reconocida por su adversario Felipe Calderón, en cuyo provecho fue ejecutada.

Un conjunto de reformas a la regulación de la economía, conocido como “ley antimonopolios” fue aprobado por consenso de todos los grupos en la Cámara de Diputados. En la de Senadores, sin embargo, se enmendó y adicionó la minuta recibida de San Lázaro. La principal de esas modificaciones, promovidas por razones de fondo y coyunturales por el líder de la bancada priísta y presidente de la mesa directiva, recibió por ello el nombre de “ley Beltrones”. Se trataba de fortalecer a la Comisión Federal de Competencia Económica, convirtiéndola de organismo desconcentrado de la Secretaría de Economía en un órgano descentralizado con autonomía y cuyos integrantes fueran nombrados por el Ejecutivo pero, a diferencia de lo que ahora ocurre, confirmados por el Senado.

El fundamento de la enmienda es sano, pues se impide o dificulta que el Presidente haga miembros de esa comisión a quienes sólo su voluntad decida, lo que induce al amiguismo como en una comisión de corte jurídico semejante, la de Telecomunicaciones, acaba de ocurrir con la designación de un presidente que no cubría los requisitos de ley pero satisfacía la condición que es divisa de la actual administración: es amigo del Secretario de Comunicaciones que a su vez lo es del Presidente de la República.

De haberse aprobado la modificación beltroniana (una de seis propuestas, entre las cuales sobresalen también las severas penas aplicables a las prácticas monopólicas, que en efecto las hagan disuasivas), el Senado donde suele ser dominante la voluntad del autor tendría en los dos años siguientes una nueva fuente de poder, de cogobierno, pues los próximos integrantes de la Comisión de Competencia Económica sólo podrían ser nombrados mediante el acuerdo de Calderón y Beltrones, facultad invaluable para un político que, como el sonorense, requiere hacerse notar como capaz de gobernar, en beneficio de sus aspiraciones presidenciales.

El martes pasado la reforma Beltrones fue aprobada en lo general, por una estrecha minoría, de sólo dos votos: 555 contra 53. La discusión en lo particular fue evitada por el PAN mediante la salida de sus senadores, que rompieron el quórum y aplazaron para el jueves ese debate. Mediante el milagro referido, la voluntad de una docena de legisladores fue remodelada. Y las seis enmiendas de inspiración beltroniana fueron rechazadas. El marcador del martes se transformó el jueves en uno de sentido contrario: 62 contra 52. Los 53 votos panistas se reforzaron con 4 del Partido Verde, 3 de Convergencia y 2 del PT. El senador Pablo Gómez, del PRD, denunció que “el Gobierno ganó de manera sucia. Ofreció a algunos, a través de la Secretaría de Hacienda, inversiones en ciertos municipios, y a otros les garantizó la venta de medicamentos al Seguro Social por parte de algunas farmacias”.

Se creó con ese resultado una excepcional situación legislativa. La minuta senatorial fue remitida a los diputados para que confirmen su inicial aprobación, pero lleva en blanco los artículos que fueron objetados por el PAN y su flamante compañía. El hecho práctico es que no habrá en este periodo, que termina el miércoles próximo, una ley contra los monopolios, de suerte que los que dominan amplios espacios de la economía mexicana, y logran con ello que los consumidores paguen tarifas y precios excesivos, seguirán gozando de esa situación.

El grupo senatorial priísta, de ese modo derrotado, reprochó a Calderón su incongruencia, ya que como candidato presidencial postuló la autonomía de órganos como la Cofeco y ofreció blindarlos “contra tentaciones de amiguismos, componendas, corruptos e incapaces para ocupar el cargo de comisionados”, que es el criterio con que Beltrones procedió. Y a favor de la intervención senatorial, el candidato presidencial panista había sostenido que “la ratificación de los comisionados por el Senado no implica invadir la esfera del Ejecutivo federal ni adoptar un sistema parlamentario, sino un esquema de balance y transparencia que garantiza decisiones que respondan a un punto de vista estrictamente técnico y objetivo”. Calderón olvidó esas nociones al remitir un proyecto que no las recogía y que, por haber sido así aprobado en San Lázaro, quisieron priístas y perredistas enmendar en Xicoténcatl.

Calderón recibió noticias de ese lance parlamentario en Cancún, donde encabezaba las reuniones cumbres sobre cambio climático y mientras tenía dirigida principalmente su atención en el combate contra La Familia Michoacana. Según informó el vocero presidencial Alejandro Poiré el jueves, una operación de fuerzas federales iniciada la víspera en busca de dirigentes de esa banda delictiva, fue resistida por ésta y suscitó enfrentamientos en doce municipios, incluido el de la capital. Se produjeron 19 recios combates que atemorizaron a la población especialmente en Apatzingán y comunidades cercanas, donde la acción militar y policíaca continuaba el viernes, y alteraron la vida ordinaria incluso en ciudades remotas, a las que dejaron de correr los autobuses que salen de Morelia. El saldo de las varias escaramuzas, que supusieron el uso de helicópteros artillados por parte del gobierno, era hasta ese momento de once personas muertas: cinco policías federales, tres presuntos delincuentes y tres civiles, dos de ellos menores de edad. Se presume que uno de los bandoleros muertos sea Nazario Moreno, conocido por su hipocorístico, El chayo, que dio a La Familia Michoacana un carácter tenebroso, de secta mística y banda criminal que recluta a sus adeptos entre adictos rehabilitados.

El contexto en que se lanzó esta batida, a cuatro años exactos del comienzo, en esa misma entidad, de las operaciones militares contra la delincuencia organizada, tiene un marcado tinte político, según lo describe la Secretaría de seguridad pública al dar cuenta de sus acciones contra La familia michoacana. Esa autoridad insiste, aunque la justicia federal ha dicho lo contrario, que los alcaldes y funcionarios detenidos en mayo de 2009 favorecían a esa banda. Sus sesgadas opiniones, sin embargo, se verán reforzadas cuando se ahonde en la atroz circunstancia de que aparezca en la nómina de una escuela del municipio de Arteaga uno de los jefes de La Familia, Servando Gómez, apodado La tuta, que en efecto fue maestro, ya no cobra y sin embargo permanece en la lista del personal empleado por la secretaría de educación pública estatal y es, por ese motivo, miembro de la sección doce del SNTE, cuya dirección ha sido tradicionalmente opuesta al liderazgo institucional y es, al contrario, uno de los baluartes de la CNTE.

De los milagros marianos, que corresponden más al cielo que a la tierra, nos ocuparemos después.