viernes, 29 de julio de 2011

PRD michoacano

¿En qué se parecen Jesús Zambrano y el mismísimo Andrés Manuel López Obrador a Luis Carlos Ugalde? En que proclamaron triunfador a un candidato antes de que esa situación estuviera por completo definida. Zambrano el mismo 26 de junio en que concluyó la jornada perredista para elegir candidato a Gobernador de Michoacán alzó la mano al senador Silvano Aureoles. Era una proclamación prematura de esa victoria. Menos apresurado, pero igual anticipación, fue el apoyo expresado el domingo pasado en el puerto de Lázaro Cárdenas por el dirigente del Movimiento de regeneración nacional (Morena) al propio candidato que, en efecto, obtuvo más votos que sus contendientes.

Sin embargo, la elección de Aureoles fue cuestionada por el diputado local Enrique Bautista, que alcanzó el segundo mayor número de votos. Actualmente, una comisión de arbitraje estudia el caso, y su conclusión podría hacer quedar mal a los tempranos festejadores del triunfo de Aureoles. Y es que las irregularidades alegadas por Bautista son de tal peso que los árbitros podrían concluir que es preciso reponer el procedimiento electoral, para restaurar el principio de equidad seriamente afectado por la prepotencia con que actuó el ex alcalde de Zitácuaro.

Conforme lo dispone el estatuto interno del PRD, el impugnador de la elección acudió a la Comisión Nacional de Garantías, el tribunal interno de ese partido, lo cual abría además la posibilidad de presentar recursos ante la justicia electoral federal. Más, a favor de una resolución pronta al litigio así planteado, cuya demora afectaría a ese partido, que por primera vez en muchos años está en riesgo de perder una elección, Bautista se avino al arbitraje, una fórmula válida cuando obtiene el asentimiento de las dos partes. Por lo tanto, el impugnador retiró su recursos ante la CNG perredista y renunció a contender ante los tribunales, cualquiera que sea la conclusión de los árbitros.

Ellos son tres abogados expertos en asuntos electorales: Iván Castillo, Joel Reyes y Fernando Vargas. Han estudiado los cuestionamientos y esta semana escucharon a las dos partes. La semana próxima emitirán el laudo que ponga fin al disenso. Si la decisión confirma el triunfo de Aureoles, podrán válidamente Zambrano y López Obrador (¡quién los creyera actuando en la misma dirección!) proclamar esa victoria. Quedará de ese modo consolidada una candidatura que satisface, por su vulnerabilidad, a Luisa María Calderón, quien pasado mañana será elegida candidata del PAN a suceder a Leonel Godoy.

El señalamiento principal contra Aureoles es el dispendio en que incurrió durante la campaña interna del PRD, que fracturó de modo irremisible el principio de equidad que debe regir toda contienda electoral. Fue tan ostentoso el derroche, que es probable que en el solo mitin de apertura de su campaña haya sobrepasado el límite máximo fijado por la autoridad local perredista, que ascendía a 750 mil pesos. Sin apoyo documental, pero sí con cálculos fundados en la evidencia pública y su constancia periodística, el gasto de ese acto fue superior a cuatro veces el tope establecido. Quizá llegó a tres millones. Los asistentes llegaron a Morelia en 250 autobuses, fletar cada uno de los cuales cuesta por lo menos ocho mil pesos, lo que suma dos millones de pesos. La impugnación de Bautista añade medio millón más por la comida a diez mil personas, a cada una de las cuales se regalaron gorras de a veinte pesos y playeras de a diez. Si se agregan además los costos del sonido, el escenario, la propaganda y otros similares, se llega a los tres millones. Ponga usted que se exagera, y que bastó la tercera parte para pagar el mitin inicia. Sólo en esa jornada se habría sobrepasado el tope de campaña. Pero en el resto de ella el gasto no desmereció el lucido estreno. La comitiva del senador con licencia se trasladaba en siete poderosos vehículos, claramente identificados por la propaganda respectiva.

Ese gasto desproporcionado, además de la inequidad que representa, plantea preguntas que la impugnación de Bautista no formula, pero que los árbitros deberían no eludir. La procedencia de los recursos dilapidados es asunto crucial, en todas partes y con mayor razón en Michoacán, donde se presume que el narcotráfico influye con sus abundantes medios en la política electoral. ¿O es dinero propio del candidato, de cuya abundancia da muestra su patrimonio inmobiliario?

Ningún partido puede admitir que haya sospecha alguna sobre el origen del financiamiento de una campaña interna. Menos puede hacerlo el PRD. Y menos aún en Michoacán, la entidad emblemática del cardenismo, a cuya corriente pertenece Bautista, que por ello reclama el imperio de la ética en el proceso electoral. Hay indicios claros de que recursos públicos llegaron a su campaña procedentes de dependencias del Gobierno estatal, al punto de que el gobernador Godoy prescindió de los servicios de colaboradoras suyas inclinadas desde el Gobierno hacia la causa de Aureoles.

Bautista cursó la carrera de relaciones industriales en la Universidad Iberoamericana y de economía en la UNAM. En su actividad privada se ha distinguido como importante productor y exportador de aguacate en Uruapan. Ha sido diputado federal y miembro de los gobiernos cardenistas, el de Cuauhtémoc y el de Lázaro, y también del de Godoy. Es diputado local con licencia. Aureoles, por su parte, se formó en la Universidad de Chapingo. Alcalde de Zitácuaro, diputado federal y senador, fue asimismo secretario local de desarrollo económico.